Cuestión de prioridades

¿Por qué tenemos objeciones a la hora de arrancar o mover la palmera?

Todos somos conscientes del símbolo importantísimo que supuso "la casa de la palmera" en la resistencia del barrio del Cabanyal, y cómo esta, se convirtió en la imagen de una lucha. De ella solo conservamos el árbol que le da nombre en una de las esquinas de la parcela, como señal de rebeldía, y como tal, nos provoca cierta admiración y, por tanto, pensamos que debe permanecer en su emplazamiento.

Pero sabiendo esto me surge la duda de por qué en el primer proyecto, en la plaza del Ayuntamiento, el mercado de flores nos generó cierta indiferencia y no veíamos ningún problema en eliminarlo (siempre con cierto respeto hacia este, pero ni de lejos lo que nos ha inspirado la palmera).

Tal vez sea esta frase, “Sólo queda la palmera, viva y sin picudo” metáfora de la ciudad al final de la decadencia, en la que las personas dejaron de importar a los políticos, cuestión que nos produce cierto pesar.

¿Pero por qué no nos generaba la misma sensación el perder un sinfín de generaciones, que han trabajado en la plaza vendiendo flores y que también simbolizan un referente de la ciudad de Valencia?

O.


(Fotos que nos enseñaron las vendedoras del mercado de flores de las antiguas vendedoras)

Comentarios